
Hace doce años escapaste de la muerte cuando en las costas de Barahona fuiste rescatado, con solo dos semanas de vida, huérfano de padres te acogió el acuario nacional y te pusieron especial cuidado y hasta te convertiste en la mascota del lugar, de la nación.
Hoy nadaras feliz en el estanque donde tu espíritu vaya a residir el resto de la eternidad, mientras dejas vacía la pecera que fue tu hogar y una extraña sensación de visita incompleta al lugar donde residiste, para todos los visitantes.
Eres símbolo de la importancia de la conservación de la fauna y flora endémica de una isla descrita por todos como hermosa y donde la pesca indiscriminada, actividad que costo la vida a tus padres, casi la tuya; la caza desaprensiva y la tala de los bosques han mermado nuestras reservas naturales.
Nades en donde nades, te recordaremos siempre, estando en el estanque de nuestros corazones. Adiós Tamaury.
Foto:www.sdq.com
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